Nuestro proyecto de agua en Tanzania – Parte 2: Un pozo para Mbongwa


Hace unas semanas informamos sobre nuestro proyecto de agua en Tanzania. El proyecto fue impulsado por nuestro miembro fundador y exmiembro de la junta directiva, el pastor Manfred Weida, quien, junto con su esposa, participa activamente en Tanzania. El pozo ya está terminado. El pastor Weida nos envía las siguientes palabras de saludo y agradecimiento:


"Mbongwa es una pequeña parroquia anglicana situada en una colina cerca de la capital, Dodoma. La iglesia lleva allí algún tiempo y anteriormente dependía de la parroquia matriz del barrio. Hace un año y medio, Petro Mataligana fue nombrado por el Sínodo como el primer pastor de la parroquia recién establecida."

El consejo parroquial, el sacerdote y el diácono decidieron construir una rectoría y excavar un pozo junto a la iglesia. Dado que Mbongwa se encuentra en una colina, es necesario bajar al valle para obtener agua. Un cubo de agua cuesta 100 chelines tanzanos (3,5 centavos de dólar). El agua se transporta en boda-boda (mototaxi), lo que supone un coste adicional de 1000 chelines, o 35 centavos de dólar. Un informe pericial confirmó la existencia de abundante agua justo al lado de la iglesia, a una profundidad de 180 metros. Posteriormente, se elaboró un presupuesto de 15 millones de chelines.

El año pasado, después de la misa de Pascua, prometí solicitar apoyo en Alemania. La congregación debía recaudar el 10% por su cuenta. Por lo tanto, se necesitaban 4800 €. Cuando el padre Lourdu se enteró del proyecto, decidió unir fuerzas con la junta directiva de la asociación de apoyo Arul Trust eV. A mi llegada en marzo, pude entregarle al padre Mataligana los 4800 €. La aventura por fin podía comenzar. Llegaron las grandes perforadoras. Pero a 180 metros de profundidad no había agua. Decidimos perforar más. A 202 metros, nos llenamos de alegría: ¡agua potable en abundancia! Se instaló la tubería y se conectó la bomba. Luego se construyó la pequeña estación de bombeo. Se instaló el tanque de 5000 litros en el techo. El proyecto se inaugurará oficialmente en Pascua.

La parroquia venderá el agua: un balde por 3.5 centavos, sin incluir los gastos de transporte. Las esposas del párroco y del diácono se encargarán de la venta. Se ha contratado a un vigilante. El 25% de lo recaudado se destinará a los escasos ingresos del párroco y del diácono, el 10% a las ventas y el 5% al vigilante. El resto irá a la parroquia como fondo de reserva para futuras reparaciones.

La comunidad eclesial está encantada con esta ayuda ecuménica desde la lejana Alemania y dice: ¡Asante sana!, que significa: ¡muchas gracias!